La Media Maratón Ciudad de Zamora celebró el pasado 18 de marzo de 2018 su trigésimo cuarta edición. Una prueba sencilla, nada masificada, que recorre esta ciudad románica bañada por el río Duero en vísperas de la Semana Santa, uno de los grandes acontecimientos que celebra la ciudad.
La historia de Zamora, la ciudad con mayor número de iglesias románicas del mundo, está muy vinculada al río Duero, que deja su tarjeta de visita en su camino hacia su desembocadura en Oporto. Aunque sus primeros pobladores la llamaron Ocalam, fueron los romanos los que más tarde la rebautizarían como Ocellum Durii (los ojos del Duero).
Esta ciudad milenaria, cuyos orígenes llegan hasta la Edad del Bronce, tiene al pastor lusitano Viriato, el terror de los romanos, entre uno de sus héroes. La Seña Bermeja, la bandera que decora el escudo de la ciudad, recuerda sus ocho victorias frente a los romanos con otras tantas franjas rojas.
Zamora se alza sobre una pequeña meseta llamada Peña Tajada. Su emplazamiento y sus murallas la hicieron casi inexpugnable, ganándose el sobrenombre de la bien cercada entre cristianos y musulmanes. Eso no evitó sin embargo que fuera varias veces conquistada.
El conjunto histórico de Zamora es amplio, pero muy concentrado, por lo que permite una visita exprés en un sólo día. Destaca su veintena de iglesias románicas y multitud de templos de otras épocas que hacen muy especial su Semana Santa, uno de los acontecimientos que agotan los alojamientos de la ciudad.
Pero Zamora dispone de otras numerosas joyas arquitectónicas. Cuenta con una enorme variedad de edificios modernistas y presume de una catedral única, gracias a una singular cúpula escamada, que alberga además una destacada colección de tapices flamencos en su interior. La catedral se alza junto a otro de los símbolos de su ciudad, su castillo, del que lamentablemente sólo quedan cimientos y muros, que al menos permiten ver cómo fue evolucionando su construcción entre conquista y conquista. Los restos de las murallas de Zamora, sus miradores con vistas al Duero, sus palacios o sus aceñas son otros puntos de interés turístico en esta tierra de vinos y amplia oferta gastronómica.
La media maratón, un escaparate de Zamora
La Media Maratón Ciudad de Zamora, organizada por el Club Deportivo Atletismo Zamora, con el respaldo del Ayuntamiento de Zamora, la Diputación de Zamora y Caja Rural, es un escaparate que trata de mostrar la ciudad al corredor que viene de fuera. Por un lado, recorre parte de su enorme bien cultural, mientras que por otro, su generosa bolsa del corredor incluye numerosos productos de la tierra como vino, queso y garbanzos, entre otras viandas. Todo por un económico precio de 12 € si la inscripción se realiza con antelación.
La prueba parte del núcleo de la ciudad, su amplia Plaza Mayor, justo entre el monumento al Merlú en la iglesia de San Juan Bautista y el Ayuntamiento Viejo. No madruga, comienza a las 11:00, por lo que permite la llegada de corredores de otras partes de la provincia. También de las cercanas Salamanca, Valladolid y Portugal. No es una prueba masificada, la participación apenas alcanza los 500 corredores, por lo que se puede correr y situarse en la salida con comodidad.
Los primeros kilómetros de la carrera transitan por las calles que llevan al conjunto histórico (Renova y Santa Clara), aunque en dirección contraria al castillo y la catedral. Tras rodear el Parque de la Marina Española, donde las calles empiezan a ensancharse, su trazado toma la amplia avenida de Requejo, que con el tiempo se irá transformando en la N-122. Abandona así la ciudad, pasando por el Parque Comercial Vista Alegre.
Cinco kilómetros por el carril bici
A partir del kilómetro 3,7 la Media Maratón Ciudad de Zamora toma el carril bici justo a las afueras de la ciudad. Discurre paralelo al río Valderaduey, hasta que este afluente desemboca en el río Duero (km 6). Ya junto al río Duero, seguiremos por este carril bici hasta el kilómetro 8,5, sumando así casi cinco kilómetros por esta agradable vía.
Nada más abandonar el carril bici, las calles de Zamora reciben a los corredores con cerca de dos kilómetros de subida, con una pendiente media del 2%. No es una subida prolongada sino que se trata de una sucesión de repechos cortos, seguidos de pequeños tramos de descanso o bajada, con alguna pendiente máxima que no supera el 7%. En este punto la carrera pasará por la Avenida Obispo Acuña, a las puertas Ciudad Deportiva Municipal de Zamora, donde se sitúa la meta y donde previamente se recogían los dorsales y obsequios de la prueba. La carrera volverá a pasar de nuevo por el Parque de la Marina (km. 10), una de las zonas con mayor animación.
Superado el kilómetro 10,5 el perfil de la prueba cambia. Se vuelve muy favorable con más de dos kilómetros y medio de bajada. Comienzan en la avenida Alfonso IX y prosiguen por la Ronda de la Feria y la N-122. La bajada por la Ronda Oeste nos llevará al Puente de los Poetas (km. 13,5) para cruzar a la otra orilla del Duero, donde se sitúa la otra mitad de la ciudad.
Cuestas en la otra orilla del Duero
Los primeros kilómetros en este orilla vuelven a dejar varias cuestas hasta la Plaza de la Cruz, subiendo en dirección al cementerio de San Atiliano. Son casi dos kilómetros de subida, con algunos tramos de descanso, y con repechos, sobre todo al comienzo, que alcanzan el 10%.
A partir del kilómetro 14,5 la carrera se convierte en un continuo sube y baja, aunque con cuestas poco pronunciadas. En el kilómetro 16 la prueba vuelve a encontrarse con su inseparable río Duero. Irá paralelo a él prácticamente hasta alcanzar la meta. Recuerda mucho a la Maratón de Oporto. Mismo río, distinta ciudad. Tras pasar junto a las famosas Aceñas de Cabañales y poco antes de superar el kilómetro 18, regresamos a la otra orilla de la ciudad, cruzando de nuevo el Puente de los Poetas.
Tras rodear las Peñas de Santa Marta, la parte de la meseta sobre la que se alza el castillo de la bien cercada (km. 19) apenas restarán poco más de dos kilómetros para la meta. Estos discurren paralelos al Duero, salpicados de pequeños toboganes. Sólo perderemos de vista al río para dirigirnos a las pistas de atletismo de la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora para completar casi una vuelta antes de cruzar la meta.
Allí aguardan líquidos, mucha fruta y bollería, en un recinto con numerosos vestuarios, duchas y gradas donde aguardan los acompañantes. Sólo se echa de menos una medalla. En resumen, una prueba muy bien organizada, con un perfil suave, aunque con una segunda parte algo más exigente, y con algún tramo con algo de viento en contra.
Tercera victoria de Jorge Rodríguez
La victoria en la Media Maratón Ciudad de Zamora 2018 fue para Jorge Rodríguez Benéitez (Salamanca, 1981) con un tiempo de 1:11:21. El atleta del Club Atletismo La Bañeza sumaba así su tercer triunfo en esta prueba. Tras él llegaron Marcos Gómez Herrero, del Club Vino de Toro Caja Rural (1:12:47), y Ángel Alejandro Nieto Felipe (Zamora, 1988), del Club Atletismo Benavente (1:14:06).
En cuanto a la general femenina, la victoria fue para Verónica Sánchez Romero (Salamanca, 1975), con una marca de 1:24:50. En segunda posición concluyó la vallisoletana María Reyes Gutiérrez Matos (1:31:21), mientras que Eva Bermúdez Sánchez (1:35:24) finalizó tercera.
Para más información puedes consultar la web de la Media Maratón Ciudad de Zamora y para ver imágenes de la prueba puedes visitar la página de facebook de Zamora Noticias, con fotografías de Rafael Lorenzo y Francisco Colmenero o la web de La Opinión de Zamora.