La pequeña localidad aragonesa de Añón del Moncayo acogió el fin de semana del 13 al 14 de mayo de 2023 la séptima edición del Ultra Trail de Moncayo.
Esta pequeña localidad, enclavada en la Sierra del Moncayo, en la provincia de Zaragoza, alberga a poco más de 200 habitantes. El fin de semana que se disputa el evento su población se multiplica, beneficiando a los pueblos de la zona, pues Añón del Moncayo carece de alojamientos y restaurantes para dar servicio a los corredores que llegan. La ventaja es que el pueblo se encuentra al pie de la sierra, cerca de la carretera N-122, a poco más de 20 minutos en coche de poblaciones como Tarazona que si cuentan con esos recursos.
El Ultra Trail del Moncayo cumplía este año 2023 su séptima edición y la principal novedad fue la inclusión de un ultra, el único de la provincia de Zaragoza, con una distancia de 69 kilómetros y un desnivel positivo de 3.850 metros, que además puntuaba para el Campeonato de Aragón del Ultras.
Además de esta prueba, el Ultra Trail del Moncayo ofreció otras tres distancias: su buque insignia, un maratón de 44 kilómetros y 2.500 metros de desnivel positivo, que se celebró el sábado junto al ultra; una media maratón de 23 kilómetros y 11.30 metros de desnivel, que comenzó el domingo; y un speed trail de 10 kilómetros y 380 metros de desnivel, que también se celebró el sábado. En total, más de 1.000 participantes cruzaron la meta de una de las cuatro distancias.
Crónica del Maratón del Ultra Trail del Moncayo
El Maratón, la prueba que disputamos, es una carrera bastante rápida, no muy técnica, que en su mayor parte discurre pon senderos y pistas. La principal dificultad técnica quizá es la parte final que transita por varios barrancos, siempre por senderos estrechos, paralelos al cauce del río, con bastante piedra. El resto de la prueba es bastante corrible, con cuatro puertos no muy exigentes.
Quizá la mayor dificultad de esta prueba es el viento gélido del Moncayo que pega con fuerza en algunos tramos en los dos collados que se suben. Por ello, es muy recomendable que los muy frioleros lleven algún cortavientos por si acaso. Para el resto, con un camiseta de marga corta, y una braga para protegerse del viento en alguna de la subidas sería suficiente. Otra cosa bien distinta es si decides participar en el ultra, ya que asciende hasta los 2.200 metros del Pico Llovera, donde un día antes, en pleno mes de mayo, estaba nevando, granizando y había hielo en varias partes del recorrido.
El Maratón, al igual que las otras tres distancias, parte de las calles de Añón del Moncayo y tras bajar por sus empinadas aceras toma un sendero de monte bajo, que rápidamente empieza a picar hacia arriba durante los primeros nueve kilómetros hasta llegar al Collado de la Estaca. Hasta el kilómetro seis tiene un perfil bastante corrible, pero a partir de ahí, cuando se acerca al Barranco de los Moros, empezará a aumentar su pendiente, por lo que es mejor tomárselo con calma.
Tras coronar el Collado de la Estaca, la prueba enlaza un kilómetro de llano hasta el Collado de las Neveras, por una pista de tierra y con el viento del Moncayo como principal enemigo. Sin duda, el tramo más frío e incómodo de esta maratón. Pasado este punto inicia un rápido descenso de cinco kilómetros hasta la localidad de Talamantes. Desde ese punto afrontaremos la segunda subida, de unos cuatro kilómetros, por el barranco de Valdetreviño hasta el Collado de Campo (km. 20). Una ascensión dura, con bastante desnivel sobre todo en sus tres primeros kilómetros.
Después de un descenso de unos dos kilómetros iniciaremos las tercera subida, deshaciendo el camino anterior y volviendo a subir por el Collado de las Neveras y luego por el de las Estacas, esta vez en sentido contrario. Se trata de algo más de cuatro kilómetros (del kilómetro 22 al 26), pero ahora con algo de sol, el cierzo más suave y un último kilómetro por pista ancha.
Pasado el Collado del Pájaro la prueba inicia un nuevo descenso, primero por pista de tierra (del kilómetro 26 al 28), y luego por sendero camino de los barrancos de Horcajuelo y de Morana. Son más de siete kilómetros de descenso, aunque con bastantes tramos técnicos de rocas.
En el kilómetro 35 afrontaremos la última subida, con un tramo de cortafuegos, con bastante pendiente. Coronada la ascensión, a partir del kilómetro 38 enlazaremos un descenso de unos seis kilómetros que nos llevará a los pies de Añón del Moncayo. Quedarán aún dos duras rampas, pero cortas, por el asfalto las calles de la localidad antes de cruzar la meta.
En resumen una carrera no muy técnica, bien señalizada y bastante corrible, donde quizá lo más incómodo sea el cierzo si este sopla. La carrera dispone de varios aparcamientos, servicio de duchas en la piscina municipal, comida en el avituallamiento final, y un excelente trabajo por parte de sus voluntarios.
